Tanta agua y aún con sed, Carmen Caro y Daniel Rodríguez

Ubicación:Cangrejito, La Guajira.
Buscando desde la virtualidad la sed de La Guajira encontramos un proyecto fabuloso planteado por el Colectivo P3, con el liderazgo de Carmen Caro y Daniel Felipe Rodríguez. Como resultado de la conversación y del trabajo junto a personas de la Baja, Media y Alta Guajira, el Colectivo construyó Poemas solares al agua. Plástica, fotográfica, cartográfica y poéticamente es un trabajo valioso y eso les permitió que el proceso llegara a ser el Ganador del estímulo a Laboratorio de sensibilización Artística del Ministerio de Cultura. Como muestra de la versatilidad del proyecto, compartimos la sección “SED”, con sus fragmentos de fotografía, instalación, reflexión y escritura.
Tanta agua y aún con sed
Cangrejito o valle de los cangrejos en donde desde antaño los riohacheros se congregaban los domingos a departir con sus suculentos sancochos, y a la vez reflexionar, deleitarse en la contemplación de los cangrejos, verlos correr, huir al sentir la cercanía del intruso para protegerse y entrar a sus cuevas camuflados por los mangles, y qué decir del espectáculo majestuoso que nos ofrecen las aves que allí pululan, pavoneándose orgullosos de morar en este mar impoluto y levantando el vuelo en acrobacia sincronizada dando ejemplo a la humanidad de cómo , pese a pertenecer a diferentes familias se puede compartir, se puede vivir en armonía, allí permanecen los flamingos rosados y blancos, los pelícanos.
Lourdes Aguilar de Toro
El ejercicio de la palabra es un acto de creación y apropiación del mundo, y es desde ahí donde se contemplan los derroteros de nuestros lugares de enunciación. Es un acto que permite la visualización de horizontes desde el vacío del silencio. Fue en estas circunstancias donde en búsqueda del silencio que acompaña el agua lenta, ejecutamos el ejercicio de la ventana, en la zona de Cangrejito, como una proyección de los horizontes personales de cada participante que mostraran además patrones enunciativos dentro de las decisiones compositivas de todo el colectivo. Aquí descubrimos que el agua hace parte de prácticamente la mayor parte de los paisajes en Riohacha, que es junto al agua donde se desarrollan una serie de cosmogonías y mitologías particulares que inclusive hoy siguen permeando la identidad de cada uno de sus habitantes, sin embargo otra parte del paisaje riohachero es la cantidad de niños que piden comida y agua en las calles, marcando una profunda ironía que desarrollamos en la frase comunitaria: Tanta Agua y aún con sed.
La sed que referenciamos no es un comentario netamente contestatario sino que alude también a un fenómeno natural del desierto que toma connotaciones poéticas al yuxtaponer con las condiciones de ausencia de este territorio, la sed se convierte en una añoranza eterna de acompañamiento y protección que se manifiesta en las pieles agrietadas de los campos y que es poetizada por medio de la paradójica cercanía con el mar, es por eso que las cianotipias que componen la frase en Riohacha fueron reveladas con agua de mar.
En réplica al ejercicio de la palabra como constructora y reafirmadora del manifiesto construido en Riohacha, una asistente al laboratorio, Solenys Herrera, docente e investigadora, propuso el ejercicio de construcción poética por medio del inventario de lo visible que permitía la construcción de un horizonte individual y colectivo desde la palabra y la aleatoriedad de la construcción poética.