Sotto Voce, Candelario Obeso

Ubicación: Río Magdalena, desde Mompox hasta Honda.
En Sotto Voce del poeta colombiano y precursor de la poesía negra en América, Candelario Obeso (1849 Mompox ‒ 1884 en Bogotá), aparece el Río Magdalena turbio y majestuoso, turbio y silencioso. El río es enunciado por el poeta, quien lo ha recorrido de arriba a abajo al partir de casa y al volver, como lo explica una publicación del Banco de la República, según la cual:
En 1866, a la edad de 17 años, Candelario Obeso, remonta el río Magdalena hasta la ciudad de Honda y toma el camino hacia Bogotá. Había obtenido una beca para estudiar en el Colegio Militar fundado por el general Tomás Cipriano de Mosquera. Posteriormente, en 1867, tras el cierre del Colegio, ingresó a la Facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional y luego pasó a la Facultad de Derecho y Ciencias Políticas. No terminó la carrera debido a dificultades económicas, pero obtuvo el grado de maestro. La salida de Mompox, la travesía por el río Magdalena, y la llegada a Bogotá fueron relatadas por Obeso en algunos versos del extenso poema Sotto Voce, que publicó en el periódico La Patria en 1879.
Sotto Voce
Intacto el corazón, el alma pura
henchida de ternura,
y de ilusiones cándidas repleta,
abandoné el hogar, me lancé al mundo,
y, niño pudibundo,
luché con sus injurias como atleta.
Lo recuerdo muy bien. Mi noble padre
y mi amorosa madre
sólo su santa bendición me dieron
entre llanto y congojas… De aquel día
mi infantil alegría
en tristeza los hados convirtieron.
El turbio Magdalena y majestuoso
al impulso impetuoso
de rápido vapor subí afligido,
viva la imagen del hogar ausente.
¡Ay! cuán indiferente
lo he bajado después y lo he subido!
O mirara las fértiles riberas
o las nubes ligeras
do el porvenir adivinar creía,
mi ardiente corazón enajenado,
dulcemente halagado
por sus sueños de gloria se sentía.
Lo mismo acontecióme cuando ufano,
mi bordón en la mano,
veloz la planta á Bogotá moviendo,
crucé descalzo el desigual camino
que me trazó el destino
y ya por siempre repasar pretendo.
Llegado aquí, por nadie conocido,
y de harapos vestido,
larga pena sufrí, pobre estudiante,
pero esa vida miserable y dura,
de mi actual desventura,
no vale ¡oh!, ¡jamás!, un breve instante.
Si como el humo que disipa el viento
se extinguió en un momento
mi risueña esperanza, de la vida
ya percibo la meta: en este valle
no hay esperar que halle
la apreciable bondad noble acogida.
Si hubiera sido de la infamia agente,
y esa ambición furente
que del oro hace un Dios, yo alimentara;
si el ajeno dolor no me doliera,
y vil cual otros fuera,
sé que del mundo y de tu amor triunfara.
De tú mullido tálamo y tu afecto
disfruté tu dilecto,
pero jamás recuerdes mi agonía…
hoy en la humilde tumba de mi padre
llora mi anciana madre!
tú llorarás también sobre la mía.
Como la niebla que la tierra envuelve
la faz del sol disuelve,
disolvió el desengaño mi esperanza,
tus sueños de placer, tu orgullo necio
disipará el desprecio
que á la materia en su furor alcanza!
Herido el corazón, el alma herida,
emprendo la partida,
la fe por la ilusión que un tiempo traje;
y de nuevo, si triste, tomo ufano
mi bordón en la mano
para emprender mi corto y largo viaje.
El turbio Magdalena y silencioso
al empuje impetuoso
de rápido vapor, bajo afligido,
viva la imagen de tu rostro bello…
¡Ay! Yo no me querello
del desengaño atroz que he padecido!…
Quien mirando las fértiles riberas
o las nubes ligeras,
del porvenir el esplendor presiento,
mi triste corazón, tan desolado,
ya palpita inspirado
de una gloria inmortal al sentimiento!…
Fuentes
Obeso, Candelario [1879]. Sotto Voce. En Varios Autores (2011), Candelario Obeso. Una apuesta pedagógica, estética y social (pp.322-323). Bogotá: Instituto para la Investigación Educativa y el Desarrollo Pedagógico, IDEP.
Banco de la República, Biblioteca Virtual (s.f.).DE MOMPOX A BOGOTÁ. Soi pobre y nada temo. Colección digital: OBESO. Nací humilde i soy fuerte.